La corteza del árbol de las hormigas refuerza las defensas del organismo y prolonga la longevidad activa.
Pau D'Arco Bark
Corteza del árbol de las hormigas
El árbol de las hormigas (tabebuya, pau d'arco) crece en América Central y del Sur. Los indios llaman a Pau d'Arco un árbol divino que da vitalidad y fuerza, un medio para prolongar la juventud. Cuenta la leyenda que los antiguos incas valoraron esta planta por sus propiedades y la utilizaron para una variedad de enfermedades: anemia, enfermedades de la garganta y las vías respiratorias y enfermedades intestinales. Obtuvo su nombre debido a las hormigas que hacen colonias en su madera, que es extremadamente resistente a las termitas y diversos hongos.
La más valiosa es la corteza interna del árbol de las hormigas, que contiene lapachol, lapachenol, xilodina, flavonoides, saponinas, alcaloides. El complejo de estas sustancias biológicamente activas proporciona el mejor efecto curativo en el organismo, es decir, activa las células inmunitarias, los macrófagos y los linfocitos T, lo que aumenta la resistencia del organismo a diversos patógenos.